martes, 23 de septiembre de 2008

Un dia como hoy

Creo que vestia de amarillo o eso es lo que mejor le quedaba cuando la miraba de lejos y aveces no la apartaba de una tierna mirada. Era tan linda, tan buena, tan... wooow se me escapa de las manos cuando hablo o mas bien pienso en ella.

La recuerdo de buen genio y tan simpática que le gustaba coquetear, pero si sabia dirigirse a las personas correctas y era como esas personas que no temen mas bien sienten que las estan viendo sin importar de que sentido sean, se sentia admirada y muchas veces cansada, pero ese era el espacio que mas me intrigaba.
Algo misteriosa y un poco reservada de sus cosas personales, pero si muy alegre de contarme algo de su presente o algo de sus ideas y cosas que decir o hacer, asi como las pequeñas ayudas y los famosos trabajos de pareja se volvian fantásticos y divertidos, cuando eramos dos mirandonos cada uno los diferentes colores que colgaban de nuestro vestir, asi como objetos unicos de una vida personal.

El tiempo se congelaba cuando la miraba fijamente a los ojos y ella tambien, o eso es lo que creia y para romper el hielo giraba mis ojos, haciendo un raro y tonto movimiento para desprender una sonrisa de su bella boca, el cual era fantástico me sentia en primera base, esperando una respuesta mas certera para lo que trataba de buscar.

La converti en una joya única que me gustaba cuidar y tocar, para mi otra vez la mezquindad se sentia, pero no me importaban las demás, solo queria dejar mis trabajos y mis oficios para tornarlos en atajos hasta su puerta y conocer a su querida vieja para perdir su mano y convertirme en su fiel compañero de las noches de luna llena.

Si aún el espejo no se rompe es porque no me veo a trizas.
FIN

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