Fue cuando éramos chicos. supongo que fui su amor de quinceañera y ella fue el amor... no sabría con que palabra completar esta frase.
Un día después de jugar a la botella, me empezó a gustar, bueno en verdad y todas mis amigas me gustaban, pero ella era la única que me miraba con sus hermosos ojos y yo seguramente me sonrojaba y volteba cada vez que cruzabamos miradas.
Nunca fui bueno para hacer bromas y nunca las hice bien, solía hablar de cosas mucho mas fomes de las que digo ahora, y no fue por eso que la envicie de mí.
Me entere de a pocos que yo gustaba de ella y me agradó la idea, al principio se oponía, me decía que una brecha nos separaría y que no quería sufrir un dolor en su corazón, luego me enteré que era toda una mentira y moría por regresar con su novio anterior. Supongo que en ese momento sólo quería tener alguien a quien besar, aferrarse y tomar de la mano, como dos chibolos enamorados, empalagosos y muy cariñosos.
Al final de cuentas coincidimos en los vestuarios, nos gustaban los abrazos y le declare mi deseo de estar con ella, ella me dijo que sí, pero se negó al primer beso, mas bien este llegó en el último momento. Siempre dude de estar con ella, era sólo por deseo, sólo por verme a mi con ella, abrazados y casi besándonos, en todo momento era hablar de como estás y cuídate se que regresarás.
Pasaban los días y peleas venían, mal entendidos y luego promesas de jamás otra vez pasaría; recuerdo que la mande al diablo y lloró frente a mi puerta, recuerdo y me mando al diablo y lo sentí pero no la quería de vuelta. Le confesé mis debilidades y ella me contó de sus errores, que sí queria un novio porque se sentía no amada, sola y triste, yo la protegería.
Quedamos como amigos, para el día de los novios y se refugió en otro chico, me sentí muy celoso, pero sé que sólo fueron días, terminó con él porque todavia me quería.
No recuerdo cuanto pasó una o quizá dos, pero volvimos nuevamente, esta vez por una semana y nada más, tenía que viajar y seguramente me iba a extrañar y yo también, pero al f¡nal y mi curiosidad me hizo enojar y peor aún odiarla por una o quiza dos años mas.
El día de su partida nos dimos el beso que tanto queríamos, era uno de pocos segundos y después el largo beso de despedida, ahí me di cuenta que verdaderamente me quería, era el chico de su vida.
Nos sentamos con amigos y nos mirabamos mientras ella se nos iba, habló a solas con el chico de pocos días y nunca supe nada y hasta ahora me pregunto si habre hecho mal.
Dos días después o quiza fueron tres la llamé y le conté pequeñas curiosidades del barrio chico.
-Recuerdas al chico ese, ahora busca a otra niña, que dicen es la nueva Alejandra.
-El??... en serio?? No te creo.
Fue un libre albedrío lo que ocurrió, nunca me contó, sólo lo supuse y mi curiosidad me mató.
Se me apareció nuevamente, pero ni rastro de ella quería saber, no me gusto como me negó, ni mucho menos que me engañó.
Regresó de largo tiempo vino y se quedó, empezamos de nuevo, mis amigos y yo fuimos los que me convencieron. En la mañana desperté con una historia nueva y su nombre entre mis labios.
Me dijeron que regresó ese mismo día del sueño, seguro que fue simple casualidad decía yo.
Hablamos en la tarde y me sentía raro, hace años que no sabíamos nada y ahora queríamos saberlo todo. Me gusto hacer las pases y empezar de nuevo, pero los fantasmas del pasado regresaban y ni pensar me daba ganas.
Pasaron meses y no ponía ganas, yo notaba en ella ese mismo deseo de años de enamorarme por segunda vez, solo que esta era la tercera.
Luego y se fue denuevo, no supe de ella por largo tiempo, yo hice mi vida, era mi amiga nada más, aveces y venía y se iba, no guardaba secretos y era mas graciosisima.
Cambié, cambié mucho para no caer denuevo en el amor, me hice más solitario, más egoísta y más bromista.
La invité y me dijo que no, la busque y me dijo que no, le hable y la quise de vuelta, me dijo que no!.
No sé si ya perdí mi mojo o es que su nueva sonrisa le da para mas chicos...
Pero si estoy seguro, que sus ojos ya no son los mismos, es como si un fantasma o una pesadilla estaría en su ser. Atrás se quedarán los adorables momentos y mis nuevos deseos con ella.
Ya no es más mi amante y creo que ni cuenta se dá o lo hace porque ahora ella sola quiere avanzar.
