domingo, 30 de agosto de 2009

martes, 18 de agosto de 2009

Quién sabe si te volveré a ver

Tu sabes bien, que me enamoré...
Fueron momentos, tu sabes bien, adorables momentos,
yo en el centro de la piscina, saliendo del samsara.
Alejándome del fantasma material y bailando con las manos,
los dedos y los pies.
Mi cabeza giro y se detuvo en el tiempo, me quede paralizado,
tu figura me atrajo y no me pude desprender, pero segui bailando
y esta vez sabiendo que tu me sentirías.

Subio el telón y continue con otra poción,
esta vez mas pop, esta vez con impresión,
quize que me vieras y funcionó.

El chico que no deja de sonreir,
tiene lindos ojos talvez,
tiene un cabello loco talvez,
tiene esa mirada hermosa talvez,
sabe como mirarme y me produce comezón.

El agua y su calor, me hicieron casi desmayar,
el viento que poco soplaba me despertó nuevamente,
tu también cambiabas de posición, esta vez en el centro
para notar tu atención, nos vimos y sonreímos.
Te llame con la mirada y viniste a hecharte a mi lado,
sintiendote reyna me viste con malicia
y yo tome valor para saludarte con ternura.

No vi tus pechos pero si tus piernas,
era el agua que jugaba con la refracción
me encanto y te pregunté sirena
el nombre que te bautizó,
Solo te quize escuchar y quede mudo ante tu voz,
me cautivo de la forma mas dulce en que me dijiste
Mica... Micaela.

Ya no podía pensar, eres perfecta, ya te quise besar,
te quise desnudar, faltaba poco nada más.
Tu madre llamó, termino de pelear con un sujeto hablador,
su primo quizá porque no la quería insultar.
Y se me hundío la persuación, me quede mudo de la impresión,
eres lo que llamán alla un pecado capital.

El susodicho señor terminó, me llamó y me guardo lugar
para seguramente una nueva discusión.
Nadie tenía razón solo la brecha familiar nos podía arruinar,
aunque no tan cierto es, pero si fuera de lugar.
La señora es, no puede ser,
pero ella, la niña es, no puede ser.

Que morboso es mi deseo, no la podía borrar asi nada más,
la encontre en la plaza mayor, se sentaba frente a un pájaro volador,
me llamo feliz y me dijo que no tenía perdón,
ella tambien se equivoco,
pero se quito el peso de conocerme y de perderme,
la abracé, me abrazó
me dijo adíos con su gesto y le dije adíos con el mío.

Quien sabe si me volveré a enamorar así otravez,
ya desde niño me paso y creo que ya acabo.

jueves, 6 de agosto de 2009

Daño cerebral para ti también

¿Qué es lo último que recuerdas?
Pues... tenía en ese entonces alrededor de 12 años, acababa de recibir mi primera y única bibicleta, pero ya antes había montado una y sabía exactamente que hacer, me entusiasme tanto que me deje llevar por mi instinto aventurero a lo Indiana Jones y salí de mi casa con toda la emoción de recorrer por el camino estrepitoso sin temor y alejarme y alejarme y alejarme más del barrio, saliendo de las pequeñas casas de esteras que se encontraban detrás de la última colina donde la mayoría solo botaba su basura.
No sentía miedo eran las 2 de la tarde y ninguna nube se mostraba en el cielo, no recorría ningun sentimiento de inseguridad, no pensaba en eso en lo más mínimo, me llenaba de adrenalina y alegría, mis emociones se tornaban de un color azul y cambiaba mi expresión como lo hace una ruleta de tanto girar, sabiendo que lo ocurrido sería de maravilla, sería genial.
Llegue hasta la colina mas alta, donde ya la tierra se volvía piedra y no había rastro verde, todo era seco árido como el clima mismo, pero tenía un horizonte bello por las rocas que salían del mismo.
Me sente un rato, era un mirador inmenso, enorme, basto y lleno de pura naturaleza extrema. Era el paisaje mas inhóspito de la región y al querer observar por detrás de un una mancha negra en la tierra, al levantar esa pequeña roca con mis manos y por simple curiosidad tocar la tierra que abajo se encontraba, no sabía que me provocaría a mi mismo la ceguera que me llevo a contarte mi desdicha y mi pasión por cantarle a la madre tierra.

¿Entonces quedaste ciego, solo por tocar una tierra maldita, como si fuera brujería?
Ese mismo día no me quede ciego, al tocar esa tierra maldita como la llamas, supe a primera vista que no era normal, pero aún así me arriegue la aprete con un puño y era húmeda, parecía que mi mano la absorbía y solo quedó una mancha negra en mi palma, mis dedos tenían tambien ese color negrusco, sucio y opaco, tierra muerta se que ahora le dicen.
Regresé a mi casa sin temor otra vez, para mi fue toda una aventura haber llegado hasta donde llegué, sentí que ya cumplí mi misión y además me moría de hambre.
No recuerdo por que lo hice, pero tuve unas ganas enormes de rascarme las cabeza, luego las manos, los pies, el cuello, mis ojos, todo mi cuerpo me escocía, yo andaba en la bicicleta, pero me detenía para satisfacer esa molestía, me estaba empezando a irritar y me caí dos veces, ninguna me dolío como para llorar, solo me preocupaba por la picazón y mis manos no se rendían siguiendo con su labor, hasta que me arroje al suelo y me bañe con la arena caliente, daba vueltas y vueltas hasta que se acabe mi sufrimiento, nunca sentí otra cosa igual, quería morirme ya, terminar ese dolor, ese malestar, me sentía lleno de ira y habría hecho lo que sea para calmarme, asi que rogue y le lloré a Dios que me dejara llegar a casa, me inundó el miedo y no lo podía soportar más.
Desperté de un largo sueño aproximadamente a las 6 de la tarde, ya el sol se escondía y un vecino que regresaba de las áridas colinas me encontró y me regresó a casa, yo exhausto solo recuerdo que me dío agua para beber y me tapo con una manta para dormir.

¿Fue ahí cuando empezo todo, verdad?
Si, mis padres no sabían que me sucedió ni yo tampoco lo comprendí, me volví ciego, cada día no distinguía los colores y perdía nitidez en mi vista, parecía embrujado por la tierra, algo me habia sucedido y nadie podía explicarlo, absolutamente nadie...
Luego de un año de visitar a médicos, brujos, charlatanes, amigos, curas y demás; no me sentía augusto, todos velaban por mi enfermedad, pero no por mi felicidad, no por mis alegrias y por mis pensamientos, en ese pequeño tiempo aprendí a escuchar el sonido proveniente del espacio, el sonido que no se puede interpretar, solo apreciar.

Entonces ¿Allí supiste que serías músico?
Si, ese día alguien me embrujo, perdí la vista, ya no pude ver más, pero me encanto escuchar, me encantó cantar y me encantó desde ese momento poder crear mi propio universo.

Me facina como piensas, ojala un día logre llegar a tal inspiración como tú!