jueves, 5 de abril de 2012

Los ojos de mi amada (2)

Hace poco vi una foto de mi amada

Tenía sus ojos tristes y melancólicos,
su cabello sencillo y suelto,
el rostro terso y bello,
pero calmadamente frío,
como el verso que se ahoga
solo en un suspiro de invierno.

Su boca tan bella,
con labios cerrados y pacientes,
con color que destella de su rostro,
con un sabor de beso dulce y largo.

Pase por sus bellos toques femeninos
cruzando por todo lo hermoso de este mundo
y me posé en su nariz juguetona,
respingada y radiante como la luna.
Era un brillo en mis tinieblas, esa pequeña
y dulce naricita, que la convertía en mi
amada única princesa.

Era muda en esa foto,
con el cuerpo inmóvil
y los brazos tiernamente puestos,
como si en esa mesa,
estuviera largo tiempo
esperándome.

Tú,
de las palabras profundas,
las contagiosas sonrisas,
los atrevidos susurros
y las citas reflexivas...
me transportan,
en la alegría de la vida misma
que bella que eres amada mía.

Tus ojos no han cambiado,
sigues tan misteriosa y hermosa
como cuando te vi.