lunes, 30 de noviembre de 2009

Las Hadas

Recuerdo que estaba en la pista de baile, era ya de muy muy noche, yo aún seguía bailando hasta que mis pies sintieran la cera del piso y mi cuerpo dejara de temblar.
Era ya de muy muy noche, la gente seguía viva, pero yo no.
Salí un rato al balcón a tomar un poco de aire, me sentía contaminado, en varios sentidos tenía muchísima razón y además era hora de tomarse un respiro y decidir, decirme a mi mismo: Me voy!

Tome lo poco de voluntad que me quedaba y le dije a Ana para irnos, ya que vivíamos cerca; ella me dijo que sí, estaba esperando a que yo me cansara o decidiera irme, a mi me pareció gracioso porque yo esperaba lo mismo de ella.
Estuvimos hablando y riendo un rato hasta que pasaron unos pocos minutos y después la estuve esperando en el recibidor o vestíbulo del local, se demoró algo de tiempo, lo suficiente para que me encontrara con un amigo mas de la reunión y poco a poco empezó a salir la gente, diciendo: es hora de irnos.

Al final de la noche terminé en un taxi con Ana y una pareja más, todos nos dirigíamos a la misma dirección, como quien dice eramos vecinos que nos conocíamos de años, porque empezamos a hablar durante todo el viaje de lo bien que bailamos, las personas que vimos y no reconocimos por su forma de ser y un sin número de anécdotas esa noche.
Primero dejamos a Ana en su casa, luego subimos hasta la casa de Alonso, ahí se quedó con su pareja, al final fui yo el que dejaron al último, el viaje fue corto a mi parecer y me sentí mas relajado al notar que el sol estaba ya saliendo cuando salí del taxi.

Tomé mi saco y me lo coloqué en el hombro con una sola mano, como quien dice: recién llego a mi casa y me divertí un montón, me gustaría seguir bailando pero me siento muy cansado, sigo estando con muchas ganas de terminar la madrugada pero prefiero dormir.
Al momento de abrir la primera puerta me acerqué a un macetero que mamá deja en la entrada de mi casa, parecía que la humedad de la noche se hubiera alojado en forma de gotas en las pequeñas hojas de una planta muy extraña, pero bonita. Estaba como brillando, se veía el agua que parecía hasta gotear, hasta llorar de las hojas o como si alguien las regará en las mañanitas.
Estuve viéndola por un buen rato, como quien se hace una pregunta: Debe de ser bien paja estudiar las plantas, se ven tan bonitas y esos que estudian las aves también deben de ser personas recontra tranquilas y super buena onda.

Estornudé muy fuerte y tome un aliento aún mas fuerte, sentí por un momento que tome ácido por mi garganta y me sentía mareado, mas desorbitado que siempre como si me hubiera llegado al cerebro algo que me golpeo de la realidad, expire de repente, me tranquilicé; mi perro empezó a ladrar, no sé si no me reconoció o solo se asustó del estornudo, yo abrí la puerta y entre a la casa, hacia frió allá afuera, tenía mucha hambre, pero mas me ganaba el deseo de recostarme en mi cama. Subí agotado, cansado y salté directo a mi cama, me quité toda la ropa, solo quede en ropa interior y me tapé hasta que mi mamá o alguien me despertara, después soñé.

Soñé que me encontraba nuevamente abajo, donde mi mamá ponía sus bonitas macetas y las que regaban las plantas eran las hadas, bailaban mientras poco a poco como que las podaban, las adornaban y las despertaban a todas, luego saltaban y dejaban un polvo mágico cada vez que volaban. Estaba en el mundo de nunca jamás, si ese era el mundo, por la forma en que volaban me hacía recordar que así son como yo las imagino y pienso que son; todas ellas bien bonitas, pequeñas y brillantes criaturas que volaban alado de las flores.
Luego aparecí en el barco de los piratas, yo era un niño perdido y estábamos a punto de librar la batalla entre los buenos y los malos, los adultos y los niños; era un sueño bien loco, parecía de fantasía, parecía salida del éxito de Disney.

Salimos victoriosos, no creo que yo sea Peter Pan, pero si creo que hice algo bien significativo en la pelea, porque después estuvimos bailando y comiendo todos sentados en la mesa principal, pero era yo quien estaba sentado alado de Wendy, pero la miré fijamente y se parecía mas a Ana que a la Wendy normal.

Me desperté precipitadamente y mamá entro y me dijo: A que hora has llegado? Levántate, báñate pero no te acabes el agua y limpia tu cuarto que esta hecho un chiquero!!!
Le dije: si mamá, ya voy ya voy.
Me senté en mi cama, vi por mi ventana hacia el patio de mi casa y traté de ver nuevamente a las hadas y luego pensé en Ana.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Envenenamiento Experimental

Sábado por la noche, llamé a Leo para que me acompañara a un recital muy singular, resulta que venía de Lima una banda muy prometedora con unos ritmos fuera de lo común, sonaban a bulla sincronizada y muy paja.
Lo llamé porque no tenía con quien, generalmente voy con su hermano que suele tener los mismos gustos musicales pero no tenía de otra, su hermano viajó, se fue a la guerra. Que dolor, que dolor que pena.
Salí de mi casa, a reunirme con Leo y fuimos a tomar el taxi, hablábamos de la banda que se presentaría, que antes de salir había chateado con su hermano y me contaba unas anécdotas divertidas acerca de él y su sangre.
Llegamos al local, era temprano seguían cobrando 6 soles la entrada y parecía que no mucha gente se había reunido para la ocasión, entrando vimos caras conocidas pero no muy amigas, terminamos al fondo del escenario escuchando como sonaba la percusión de un grupo que se preparaba para tocar, pero nosotros cansados solo fuimos a sentarnos viendo nada más como la gente saltaba y jugaba al ritmo rockabilly que se escuchaba y coreaba.
Comentando con Leo acerca de nombres, lugares y fechas, recordábamos nuestros días de juventud cuando teníamos una banda, una pasión, un sueño y demás. Veíamos ahora a caras mas jóvenes, tomando y fumando, unos mas acá y otros mas allá, unos sanamente y otros sin pensar; cada quien sabía lo que hacía, pero no existía temor por alguna discusión o pelea, ya que todos se llevaban bien! era la gente nice, jaja.

Leo y yo, nos aburríamos estando sentados, era como mirar o hacer algo sin saber porque, escuchábamos bulla nada más fuerte y molestosa, la banda prometía algo pero no cumplía, así que Leo y yo salimos a buscar algo de aire, pero después decidimos tomar algo de alcohol, una jarrita nada más, era un pisco bien mezclado con su sprite, estaba bueno y como no queríamos que se acabe, tomábamos de a poquitos en unas gradas, cerca a la puerta principal, mientras conversábamos de muchos temas del pasado, casi nada de futuro y viviendo el presente.
Hablábamos de nosotros, de nuestras novias, de su hermano y de mi hermano, de pequeños problemas, compartíamos secretos íntimos que no terminamos de contar, nos hacíamos los graciosos mientras nos reíamos de la gente que entraba y salía del baño, porque tenía dos tazas distanciadas por un metro y no poseía separación alguna para respetar la intimidad, era un típico caso de inseguridad al momento de usar el baño; eso, si ibas en grupo.
Llegamos a la parte seria de toda una conversación, cuando nos poníamos a criticar o hablar cada uno del otro, así poco a poco empezó él a decirme, no sé a que actúas, no sé si interpretas el papel más interesante o lo haces por simple curiosidad, no sé si sabes a lo que te enfrentas y que problemas puede ocasionarte esto a futuro... Yo sólo lo escuchaba y trataba de defenderme, porque para mí era un escape a la realidad, una nueva frontera que no me atrevía a cruzar, solo la miraba, ponía un pie sobre ella, era de otro mundo; sí, un mundo de Julius.
Pero Leo, no me insultaba soló me hablaba él me respetaba y me conocía muy bien, luego me toco a mí tomar la espada, pero no sabía que decir, había cosas que posiblemente abrirían una herida, pero eso no se pesaba con lo otro, prácticamente el no necesitaba mi reproche y lo dejamos en una victoria para él, por el momento...
Empezamos bien y terminamos bien, había pasado ya buen tiempo, el poco pisco se había agotado y solo quedaba seguir charlando, pero faltaba poco para el gran final, la banda que rompería el esquema arequipeño estaba lista para salir, era lo que toda la gente había esperado, tomamos un buen lugar y estuvimos ahí mientras el garzo se alistaba, junto con kamilo y sandro.

Habían empezado como siempre moviendo a la gente, eran de esas canciones que sólo las escuchas por internet, hasta que un empresario famoso se decide por traerlos a tu cuidad, jaja suena muy exagerado pero es verdad.

Como siempre a mi me gusta estar presente para cualquier situación impredecible y fuera de control, coreábamos unas canciones con los chicos presentes en el gran salón, sonaba como dije antes a bulla sincronizada y muy estridente, era full power!
Comenzaba la mezcla experimental, algo que no solía escucharse por acá, solo los afortunados que viajaban a la capital podían sentirla de verdad. Las canciones te atrapaban era como estar en un mundo lleno de nuevos sonidos, fuertes y precisos; muchos disfrutaban de su rola preferida, otros solo movían la cabeza al ritmo del bombo y las reefs de guitarra, era una escena envenenada con la energía de unos chicos locos de remate que tocaban sin titubear moviendo la masa y haciendo contagiar hasta al más aburrido del todo el local.
Luego de temas olvidados y nuevas composiciones estábamos todos muy augustos con la presentación. Para terminar la noche muy bien aplaudida, el garzo tomo algunos de sus discos y los comenzó a lanzar hacia el público, yo estaba cerca vi como esos discos se perdían y me acerque alegremente y le pedí de forma muy segura su disco para mi colección, de sus manos a las mías.
Lo tenía y lo fui a mostrar a unos chicos que conocía, en forma presumida y fuera de control, me acerque donde Leo y le mostré el disco, se sorprendió junto conmigo y luego de eso terminó la función.
Al irnos del local, le comente a Leo la divertida experiencia con el regalo musical y rió junto conmigo, pero luego le dije, yo ya tengo el disco, lo compré hace poco, un mes casi y me costó caro, este salió gratis y de las manos del vocal... Leo toma te lo regalo, él tomo el presente y le dije, por tu cumpleaños pasado, los dos reímos y gustoso se sintió.
Acabo la noche, termine ronco como siempre después de cantar acapella las canciones que mas me gustaban y muchas de las que yo sabía.

Llegue a casa, dormí y luego soñé.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Te lo dije

Ya todo está en su lugar,
no es necesario confundirse más,
haha
ya no importa porque yo,
no puedo y no quiero ayudar.

Solo eran amigos, solo eso
discutiendo y andando solos por la ciudad
como agua y aceite en una botella
solo se prestaban para caminar, para hablar
de la playa o hasta el volcán.

No mejoraste su oportunidad,
porque no lo deseabas en verdad,
miraste tele hasta imaginar,
buscar una nueva compañía, pero real
una que no se encuentre en este lugar,
mas bien una con ojos de verdad.

Solo en sueños se pudieron besar,
una noche en que algo raro sucedió,
iban de la mano siguiendo un camino amarillo,
pintado por un niño audaz,
pero no les dijo la verdad,
de hecho no los escuchó, mas bien huyó,
y ellos solo se vieron de temor
corrieron sin fijación del mundo exterior,
hasta llegar al anochecer,
pero todo fue un sueño,
yo lo inventé y sí están perdidos.

Y después cuando estaba en casa,
terminó el cuadro se terminó,
acabo y no me molestó más,
se equivocó y yo gané.

Pintado como una historia romántica
en una orilla, un bosque y un nevado lugar.

Me despedí y me dije nunca más.