domingo, 28 de junio de 2009

The Bad Man & Wendy's Syndrome

Él!
Se rascaba la cabeza hasta sangrar, no lograba llegar a la verdad, a la calma. No poseía paciencia solo sabía de intriga, su historia ya estaba escrita.
Tenía muchos miedos por descubrir, solo se encerraba en su mente, navegaba por las lagunas de agua salada, no respiraba, se quedaba pensando en el mañana.
Padecía de una sola enfermedad, andaba cegado por la ambición, solo poseía una idea y no queria ser el único mortal, su historia ya estaba escrita.
Se mentía, maldecía, lloraba hasta quemar la última gota de mar, luego se limpiaba y continuaba con su rutina diaria atendiendo su pasión descontrolada, se quedaba pensando en la mañana.

Ella!
Te desea, te quiere decir algo, te admira y te perdona, se lamenta de no ser de gran ayuda, lo mira todas las mañanas, lo atiende y lo lastima sin intención, lloraba en la noche de dolor.
Su lista decía mantener la vida siendo lo mas genial y no detener al doctor de su preocupación, protegiendo y cuidando de todo a él, nunca esperaste su nacimiento.
Preocupada y siempre imprescindible de las locuras de su rey-emperador, ella deshecho los gustos, las flores de colores y las pasiones, por las crudas necesidades de su amante sin corazón, lloraba en la noche de dolor.
Se mantenía vacía por todos los probables fracasos que pudo cometer, pero nunca le pregunto que era lo que en verdad buscaba, nunca esperaste su nacimiento.

Muchos, muchos meses...

Se sacudió el mundo, se inclinó hacia su balanza, le rebeló los pasos que faltaban, descubrió un arma secreta, se enfrentó a lo que tanto temía y se enamoró de su logro material, no lo podía creer y tampoco lo quería compartir, su mezquindad lo hizo un témpano de secretos y su enfermedad se transformo en pericia.

La muchacha de ojos marrón se quedó, se hizo una minoría entre tanto locutor, se hizo famoso sí, se encontró con lo que buscaba pero despúes de eso la abandonó, no la buscó y ella murió.

1 comentario:

J.C. dijo...

Tuve un instante de lucidez en las penumbrosas cuencas de mi mente, acabo de ver a travez del espejo como diria Borjes. Sabes, detesto que suceda.