Allá a lo lejos,
mas lejos aún de donde salen sonidos
y si es que salen no son ni ruidos
allá entre espejos.
Está ese sueño de libretas,
sueño de juglares,
sueño de enciclopedias,
sueño de bastos mares.
El cuerpo cansado y adolorido
con un mundo vacío,
de voces en los dedos y
susurros dementes;
disparejas y sinceras de
mentiras verdaderas
añejas y sombrías
auto-destructivas.
Los horribles pensamientos y el sonido
de tildes en las mudas, las astutas y las brutas.
Como canción de amor en treinta,
desamor a esta pista violenta,
de ardor al suave calor
que voló sin ser genuino,
y se posó en un Baudolino.
domingo, 4 de diciembre de 2011
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