Tomo una fotografía para guardar el momento, pero no sale también como para anexarlo al diario que hoy escribo, mi habitación empieza a tomar el olor a la nicotina, a quemado y a recién fumado cigarrillo perteneciente a mi hermano.
Descienden mis pensamientos mas allá de la soledad que me rodea en este momento a escribir lo que me esta aconteciendo este estremecimiento proveniente de mi alma, alma que también me acompaña y me critica pero sin miras hacia el que será, me quedo encerrado con el cerrojo puesto para que nadie interrumpa mi paz convertida en adicción.
Solo quedan cuatro minutos según la Actualización y podré ir en busca de gente que me reconozca al caminar, con mi cabello lacio, crespo y un mechón en el cabello que se me hizo al ver la película recostado en mi cama.
Se esfumo el cigarro, no lo terminé lo deje en mi ventana muriendo lentamente y no en mis labios, presiento que ya se terminaron los minutos contados, pero no es así; aún son interminables y mas aún cuando tenga que limpiar el desorden de mi cara parece vieja, pero solo le falta agua y tal vez jabón.
Si fuera de día las 9 exactamente no dudaría en bañarme apresuradamente y que corra el día según mis motivaciones y mis visiones.
1 comentario:
Erick!.. tambien tengo esas noches... en las que el sueño se espanta y me quedo inmovil ante cualquier circunstancia.
Momentos donde el tiempo no existe en el tiempo.
Que recurrencia la nuestra!
;)
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